El paro está impulsado por CGT y busca denunciar la falta de personal y la forma en la que la compañía está aplicando la reducción de jornada de los trabajadores, siguiendo criterios económicos y no de conciliación. Y como estos costes se añaden al conjunto de los costes de la electricidad, la gran paradoja es que la compañía ferroviaria (o sea, el usuario, camisetas baloncesto al final) paga también la energía sucia ¡